Según Ravelo, el mandatario estatal habría actuado siguiendo instrucciones de “Los Chapitos”, con quienes mantiene comunicación permanente.
Tomado de Aristegui Noticias
Redacción AN / KC
Martes 9 de diciembre de 2025
Los periodistas especializados en seguridad José Luis Montenegro y Ricardo Ravelo presentaron en Aristegui en Vivo una serie de audios que, según su investigación, muestran que el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, organizó la reunión del 25 de julio de 2024 en la que fue secuestrado Ismael “El Mayo” Zambada y posteriormente entregado a autoridades estadounidenses.
En esa misma jornada se habría registrado el asesinato del exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Héctor Melesio Cuén Ojeda.
La información forma parte de una investigación periodística sustentada en grabaciones de audio, testimonios y comunicaciones obtenidas por Montenegro a través de un integrante del grupo criminal vinculado a “Los Chapitos”, la facción de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Durante la mesa de análisis, Montenegro y Ravelo explicaron que estos audios aportan detalles que contradicen las versiones públicas del expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien insistió repetidamente que su gobierno desconocía cómo se produjo la captura del líder histórico del Cártel de Sinaloa.
Ravelo afirmó que la historia oficial se cae ante el contenido de estos registros.
Si José Luis (Montenegro) pudo acceder o tener acceso a estos audios, con mucha más razón la inteligencia mexicana.
Agregó que esto permitiría inferir que el gobierno federal “simplemente se hizo de la vista gorda” mientras se concretaba la entrega.
La investigación se originó cuando una fuente de las facciones criminales en disputa en Sinaloa contactó directamente a José Luis Montenegro, enviándole primero un video grabado como selfie y presentándose con nombre y apellido.
Montenegro relató que a partir de ese mensaje se estableció una comunicación más estrecha porque “empieza a haber una conversación más intensa, más cercana, acerca de sus labores criminales”.
El informante, a quien el equipo periodístico asignó el nombre clave “Leopoldo”, describía sus actividades dentro del grupo de Iván Archibaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, y explicaba el funcionamiento interno de la organización en términos empresariales.
Según Montenegro, “no habla de cártel, no habla de drogas, habla de productos; no habla de asesinatos, habla de renuncias; no habla de socios criminales, habla de secretarios” y de la empresa.
Dijo que fue este mismo hombre quien quiso revelar lo ocurrido el 25 de julio de 2024 en la finca Huertos del Pedregal, donde se citó a Cuen Ojeda y a Zambada supuestamente para limar asperezas.
Montenegro explicó que Rocha Moya y Cuén mantenían disputas públicas severas.
Ante ello, la fuente indicó que la reunión tenía el objetivo de ejecutar un plan diseñado al menos tres meses antes, del cual el gobernador de Sinaloa habría tenido conocimiento “con una semana de antelación”.
Los audios obtenidos por Montenegro —tres en total— corresponden, según explicó, a frecuencias de radio utilizadas por el círculo de seguridad criminal.
El primero de ellos fue grabado el 16 de julio, nueve días antes de la reunión, y en esa comunicación, un hombre identificado como Bravo 1 informa la situación.
-Patrón, soy Bravo 1, sólo para informarle que Joaquín —en referencia a Joaquín Guzmán López— ya dio luz verde para la operación del 25 de julio, ahí lo mantengo informado y al tanto.
Montenegro aclaró que el término “patrón” iba dirigido a la fuente, identificada como Leopoldo.
En el segundo audio aparece un pase de lista de quienes debían asistir al encuentro y en la grabación se da cuenta del lugar de la reunión.
-Señor, buenas tardes, le hablo para pasarle la lista de la gente que va a estar en el huerto el 25, va a ser Mario —refiriéndose al Mayo Zambada—, Don Melesio Cuen, dos secretarios que va a llevar Don Mayo, Joaquín y usted. A Rocha ya se le avisó, que lo que va a decir es que va a ser un asunto fuera de Sinaloa cuando ya todos estén ahí.
Montenegro subrayó que esto coincide con la operación que describen en su libro La Cuarta Transformación del Crimen Organizado, donde se detalla la relación entre actores políticos y criminales.
En la misma comunicación se menciona al hombre conocido como “La Perris”
—Jorge Humberto Benítez—, quien sería el encargado de “levantar al Mayo” una vez concluida la reunión.
El tercer audio, más descriptivo, contiene instrucciones finales.
-Señor, aquí Bravo 1, cómo está. Para informarle que ya tenemos todo listo y a las 8:30 se citó a cada uno de los invitados, Delta 1 se va a encargar de las entradas y las salidas; Joaquín quedó de que va a llevar a la gente y lo vamos a hacer pasar como un círculo de seguridad, ahí está todo cuadrado y cualquier información ahí se la comunico, patrón.
Montenegro explicó que “Delta 1” podría referirse a un jefe de seguridad, posiblemente “La Perris”, aunque admitió que se trata de una hipótesis.
La fuente, al ser cuestionada por la muerte de Cuén Ojeda, respondió que se trató de una acción destinada a “no dejar cabos sueltos”. Según el relato entregado a los periodistas, Cuén fue asesinado dentro de la finca por “La Perris” y no en una gasolinera, como afirmó inicialmente la fiscalía estatal bajo la titularidad de Sara Bruna Quiñones, quien difundió un montaje que le costó el cargo.
Montenegro recordó que, pese a ello, la exfuncionaria “tampoco fue sometida a ninguna investigación”.
Ravelo añadió otra versión consistente con la investigación, respecto a que “El Mayo” habría acudido con cuatro escoltas, dos que ingresaron a la reunión y dos que quedaron afuera; los cuatro fueron asesinados.
Posteriormente, Zambada habría sido sedado, maniatado y trasladado en una camioneta hacia una pista clandestina en Navolato, donde lo esperaba el piloto Mauro Alejandro Núñez Ojeda, para ser llevado a Estados Unidos junto con Joaquín Guzmán López.
Ravelo sostuvo que en la aeronave solo viajaban tres personas, “el piloto, Joaquín Guzmán y ‘el Mayo’ Zambada”.
La participación del gobernador Rocha Moya aparece en varias capas dentro del testimonio y los audios. Según Ravelo, el mandatario estatal habría actuado siguiendo instrucciones de “Los Chapitos”, con quienes presuntamente mantiene comunicación permanente.
Aunque él aseguró públicamente que viajó a Estados Unidos por motivos personales y que por ello no asistió al encuentro, el informante sostiene que envió a un colaborador de confianza con su teléfono celular para registrar movimientos, mensajes de WhatsApp y señales que acreditaran su supuesta salida del país.
Ricardo Ravelo sostuvo que el gobernador “nunca probó fehacientemente que él salió de México”.
La información presentada por Montenegro y Ravelo apunta a que la entrega de Zambada no fue un evento aislado ni exclusivamente resultado de operaciones de Estados Unidos, sino una acción articulada en territorio mexicano con la participación de actores políticos y criminales.
Ravelo consideró que el caso deja en entredicho el discurso oficial de López Obrador, quien negó conocer los detalles de la extracción.
Montenegro añadió que la coordinación entre servidores públicos y grupos criminales, mostrada en estos audios, encaja con la tesis de que en Sinaloa la frontera entre política y criminalidad opera como una estructura integrada.