Columna Haz y Envés
Armando Fava Ruelas
Waldo’s: Una tragedia más en nuestra historia (y las que faltan)
Miércoles 12 de noviembre de 2025
Lo que estamos viendo aquí en Sonora, respecto a la tragedia ocurrida el pasado 1 de noviembre en la tienda Waldo’s del centro de Hermosillo, es lo que se puede llamar un correcto “control de daños” por parte del Gobierno del Estado.
Es de reconocerse la solidaridad que se muestra con los deudos de las 24 personas fallecidas en ese siniestro, al haberse suspendido toda actividad oficial, incluidos festejos del Día de Muertos, así como cancelar el desfile conmemorativo de la Revolución Mexicana.
No solo ha sido pertinente desde el punto de vista moral y ético sino, también, una medida muy inteligente.
Para nada estamos criticando esta operación quirúrgica de enfriamiento del tema Waldo’s, la cual involucra necesariamente a los medios de comunicación; al contrario.
Debemos admitir que las investigaciones, parte medular en el marco de un suceso de esta magnitud e impacto social, no solo iniciaron de inmediato con absoluta seriedad y transparencia sino que, además, han adquirido un carácter de compromiso total con la verdad, al haberse solicitado la colaboración externa de instituciones del mayor prestigio como la UNAM, el IPN y de asociaciones de expertos en riesgos, para el esclarecimiento de los hechos y el deslinde de las responsabilidades.
Porque a nivel local, la tragedia, el dolor, el coraje y la impotencia de los deudos de esas 24 personas fallecidas y de la sociedad hermosillense al conocerse la noticia y en los siguientes días no fueron, no son, ni serán para desestimarse. Es una coyuntura muy especial la que de pronto estamos volviendo a vivir en lo local, muy parecida a la de hace 16 años.
Tampoco debemos desestimar el tremendo impacto a todos los niveles, incluso internacional, que ha causado el cobarde asesinato a balazos del alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo Rodríguez, ocurrido el mismo sábado 1 de noviembre, un hecho que ocupó los titulares noticiosos y de alguna manera opacó la magnitud de lo ocurrido en Hermosillo.
Comparando las acciones de control de daños de ambos sucesos, vemos que en el caso del asesinato de Carlos Manzo, el operativo tardó más en surtir efecto, pese a que se echó a andar toda la maquinaria del Estado para amortiguar los efectos sociales y políticos de este crimen el cual, se supone, fue perpetrado por la delincuencia organizada.
Aquí en Sonora se aprovechó el ‘impasse’ del caso Uruapan para atenuar la catástrofe de la tienda Waldo’s centro de Hermosillo, aunque hay una corriente en la opinión pública en el sentido de que el corporativo de Waldo´s es uno de los más influyentes a nivel nacional y que de esa circunstancia se derivan todos los esfuerzos porque este asunto se matice y se alargue en el tiempo lo más que se pueda.
Verdad o mentira, de cualquier forma, el tema de Waldo’s Hermosillo ha ido de más a menos mediáticamente, lo cual es natural; siempre hay un cúmulo de noticias importantes y otras que no lo son tanto; pero, de lo que se trata de es de sacar de la agenda los temas incómodos. Y se ha logrado, sin duda.
Repetimos: No criticamos; solo decimos que es una medida inteligente, seguida de otra que muestra el alto nivel de responsabilidad y firme compromiso del Gobierno del Estado de llegar hasta las últimas consecuencias.
Solo apuntaremos un detalle: Ojalá que “hasta las últimas consecuencias” signifique TAMBIÉN, además de castigar a los culpables, adecuar y armonizar toda la legislación y los reglamentos existentes en materia de protección civil para, cuando menos, tratar de evitar que se repitan no uno sino varios eventos de esta naturaleza en el futuro.
Se trata de prevenir tragedias las cuales se provocan en primer lugar, por la laxitud del marco legal en materia de protección civil en el que operan casi el 100 por ciento de las unidades comerciales en Hermosillo y en Sonora, al amparo del cual se desempeñan algunos malos funcionarios públicos, a todas luces con prácticas de corrupción. Se quiera admitir o no; guste o no esta aseveración. No hay otra forma de explicar lo sucedido en Waldo’s.
Por lo pronto, podemos decir que este caso va para largo, pues las instituciones ahora involucradas en las investigaciones, no emitirán sus fallos ‘a botepronto’ y lo más seguro es que se alarguen por meses y quizá hasta por años las indagatorias, el análisis de las mismas y más importante aún, las conclusiones, lo cual dará paso a su vez a un interminable proceso legal. Así que, preparémonos porque tendremos caso Waldo’s para rato.
Así, pues, en los anales históricos del ‘Sonora Querida’ de los tiempos modernos, se seguirán acumulando las tragedias sin que se resuelvan los aspectos de operación y funcionamiento que las ocasionaron. La guardería ABC; el derrame tóxico de la mina Buenavista del Cobre sobre el Río Bacanuchi y Sonora; el crimen del antro de mala muerte Beer House de San Luis Río Colorado; Waldo’s, entre otros son ejemplos que lastiman. (Y los que faltan).
Armando Fava Ruelas
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