Las entidades que rechazaron al Insabi y al IMSS-Bienestar superan en nueve de 15 indicadores a los estados alineados con el gobierno federal
Tomado de El Sol de México
Juan Carlos Rodríguez
Miércoles 29 de octubre de 2025
El abuso en el consumo de la Cuarta Transformación puede ser nocivo para la salud. El Sol de México comparó la evolución que han tenido en los últimos cinco años los 15 principales indicadores de salud, y resultó que los ocho estados que no se afiliaron al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) ni al IMSS-Bienestar, tienen mejores resultados en nueve reactivos.
En cambio, las 24 entidades que sí adoptaron los lineamientos sanitarios de la 4T reportan mejor desempeño en seis indicadores. Es decir, haberse adherido al esquema lanzado en 2020 por el presidente Andrés Manuel López Obrador para atender a las personas sin seguridad social ha redundado en menores logros para la salud pública en general.
Desde 2019, cuando el gobierno federal comenzó a maquinar la desaparición del Seguro Popular —programa diseñado desde el gobierno de Vicente Fox (2000-2006) para atender a personas sin seguridad social—, los gobiernos estatales de oposición se rehusaron a afiliarse al Insabi y aplicaron sus propias estrategias para dar servicios médicos a las capas más pobres del país.
En cambio, los gobiernos emanados de Morena y partidos aliados, sí se adhirieron al efímero instituto que surgió en enero de 2020 y fue sepultado en 2023, luego de que resultaran insuperables problemas como falta de reglas de operación claras, desajustes presupuestales, improvisación para ponerlo en marcha y centralización de los recursos.
A cinco años de la desaparición del Seguro Popular y de la instrumentación de dos políticas públicas (Insabi/IMSS-Bienestar) que buscan atender a la población no derechohabiente, El Sol de México comparó el desempeño que han tenido los dos bandos en que quedó dividido el país tras la llegada de la Cuarta Transformación: los no afiliados y los afiliados.
En la esquina detractora están cuatro gobiernos panistas (Aguascalientes, Chihuahua, Guanajuato y Querétaro), dos priistas (Durango y Coahuila) y dos de Movimiento Ciudadano (Jalisco y Nuevo León). En el grupo oficialista están las restantes 24 demarcaciones.

Los ocho gobiernos disidentes tuvieron un mejor desempeño en:
- Monto asignado a través del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA)
- Presupuesto para Salud Pública
- Mortalidad general
- Vacunación infantil
- Número de consultas externas
- Número de consultas de especialidad
- Carencia de acceso a servicios de salud
- Carencia de acceso a seguridad social
- Gasto de bolsillo en salud
En contraste, los 24 estados gobernados por Morena y aliados (en 2021 eran 18 y el resto se fue sumando en elecciones subsecuentes) obtuvieron mejores resultados en:
- Mortalidad materna
- Mortalidad infantil
- Número de médicos
- Presencia de enfermeras
- Existencia de camas
- Disponibilidad de consultorios
“La primera consecuencia de esta división en bloques adherente y no adherentes es que obstruye la promesa de contar con un sistema universal de salud”, dijo Judith Senyacen Méndez, directiva Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) y experta en análisis de políticas públicas en salud.
“Esta división que existe en el país me parece que es un llamado de atención de las entidades que han invertido mucho más en sus sistemas estatales. Tal es el caso, por ejemplo, de Guanajuato o de Jalisco, que están rechazando la manera en que se está implementando IMSS-Bienestar y están invirtiendo más en sus sistemas de salud y que no quieren perder los avances que han logrado”, añadió la especialista
Dos bloques
Uno de los rubros donde es más evidente la diferencia entre los dos bloques es en la asignación de recursos a través del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA), bolsa con la que el gobierno federal apoya a las entidades federativas para fortalecer los servicios de salud de la población que no tiene seguridad social.
En 2020, los ocho estados disidentes recibieron 22 mil 567 millones de pesos, mientras que para 2025 ejercerán 28 mil 155 millones, lo que representa un aumento de 25 por ciento en términos nominales.
En contraste, las 24 entidades alineadas con la política federal sufrieron un recorte de 35% en ese mismo lapso, al pasar de 81 mil a 52 mil millones de pesos. El caso más drástico es el que ocurre en Puebla, donde la bolsa bajó de 4 mil 013 millones en 2020 a mil 547 millones en 2025, una rebaja de 61 por ciento.
Uno de los rubros donde es más evidente la diferencia entre los dos bloques es en la asignación de recursos a través del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA)
Uno de los argumentos por parte de la administración pública federal para explicar esta diferencia es que los estados alineados serán compensados a través del presupuesto asignado al IMSS-Bienestar, en tanto que aquellos que no se afiliaron no tendrán este incentivo.
Sin embargo, analizar el rubro denominado Salud Pública, donde se incluyen las aportaciones por concepto de IMSS-Bienestar (para aquellos que se afiliaron), infraestructura y equipamiento en salud, se descubre que los estados disidentes tuvieron un aumento de 11% (de 11 mil 980 millones en 2020 a 13 mil 337 millones en 2025), en tanto que las 24 entidades afiliadas tuvieron un recorte de 36% (de 92 mil 735 millones en 2020 a 59 mil 286 millones en 2025).
Otra medida monetaria que sirve para sondear la calidad de la salud es el gasto de bolsillo, en el entendido de que los estados que desembolsan más recursos tienen sistemas de salud que no ofrecen la atención y los insumos que necesitan.
Datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) muestran que en 2020 las familias de los ocho estados no afiliados gastaron en salud, en promedio, 3 mil 860 pesos al año, mientras que en 2025 el desembolso fue de 6 mil 532 pesos, un aumento de 69 por ciento. Existen casos más severos, como el de Querétaro, donde el incremento escaló al 120%, al pasar de 3 mil 932 a 8 mil 641 pesos en el mismo lapso.
El fenómeno es más marcado en las entidades con gobiernos morenistas, pues el gasto anual pasó de 3 mil 263 pesos por familia en 2020 a 6 mil 510 pesos este año, es decir, el doble.
Servicios médicos y mortalidad
Uno de los hallazgos que arroja el ejercicio realizado por El Sol de México es que mientras los estados pro4T tuvieron mejores resultados en número de médicos, enfermeras, camas y consultorios; las entidades opositoras tuvieron mejores números en consultas.
Número de médicos por cada mil habitantes:
Estados afiliados a la 4T: de 2.4 a 2.8 (incremento de 0.4).
Estados no afiliados: de 2.8 a 3.1 (incremento de 0.3).
En número de médicos por cada mil habitantes, los estados afiliados pasaron de 2.4 a 2.8 en los últimos cinco años (cuatro décimas más); mientras que los no afiliados avanzaron de 2.8 a 3.1 (tres décimas). En enfermeras por cada mil habitantes los primeros pasaron de 2.8 a 3.2 (cuatro décimas), en tanto que los segundos sólo sumaron dos décimas (de 2.9 a 3.1).
En cuestión de número de camas y consultorios, las cifras quedaron prácticamente iguales en todo el país entre 2019 y 2024, y los aumentos se miden en milésimas, con aumentos ligeramente mayores en los estados oficialistas (alrededor de una cama y 0.7 consultorios por cada mil habitantes).
En materia de esquemas de vacunación completos en niños de un año de edad, la balanza se inclina a favor de los estados detractores. Mientras que en éstos el porcentaje permaneció en alrededor de 80%, en las entidades morenistas y aliadas la proporción bajó de 80 a 76 por ciento.
Uno de los grandes déficits en las ocho demarcaciones no afiliadas es la mortalidad materna. Entre 2019 y 2024, el número de madres que pierden la vida por cada 100 mil niños nacidos vivos pasó de 34.4 a 38.8. En tanto que en los estados afiliados a la 4T, el indicador bajó de 34.9 a 33.4, lo que habla de una mejora en la atención de las mujeres durante y después del embarazo.
Esquemas de vacunación completos en niños de un año:
En los estados detractores, el porcentaje de niños con esquemas de vacunación completos se mantuvo en alrededor de 80%, mientras que en las entidades morenistas y aliadas disminuyó de 80% a 76%.
Un problema similar se percibe en la mortalidad infantil. Mientras que en los estados afiliados la tasa se mantuvo en alrededor de 14 fallecimientos por cada mil niños que nacen vivos, en las ocho entidades no alineadas la tasa subió de 12.3 a 14.3, lo que alerta sobre problemas en la atención obstétrica y de perinatología.
A raíz de la pandemia de Covid-19, una de las principales secuelas fue el aumento en el número de mexicanos que carecen de servicios de salud, de acuerdo con datos sobre la pobreza emitidos por el extinto Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y el INEGI.
Sin embargo, este aumento fue más marcado en las entidades que se han adherido a la política de la Cuarta Transformación.
Entre 2018 y 2024, el número de mexicanos sin servicios de salud pasó de 15.4 a 35.5 millones en los 24 estados afiliados, lo que arroja un aumento de 130 por ciento. En tanto, en las ocho entidades disidentes, la cifra pasó de 4.6 a 8.9 millones, un incremento de 94 por ciento.
