La capacidad de ejecución como factor clave para el desarrollo de México en el escenario global
Jacobo Mendoza Ruiz
Tomado de www.sergiovalle.mx
Martes 21 de octubre de 2025
Un análisis del potencial y los desafíos en la ejecución
México se encuentra en una posición singular en el panorama internacional contemporáneo.
Su membresía en el G20, su integración en el T-MEC, su demografía y su influencia cultural lo dotan de una base sólida para un desarrollo acelerado.
Sin embargo, la materialización de este potencial con frecuencia se ve mediada por desafíos en la capacidad de ejecución del Estado.
Este análisis propone que la eficacia en la puesta en marcha de políticas públicas constituye la variable crítica para traducir las ventajas comparativas de México en ventajas competitivas sostenibles, cerrando la brecha entre la intención y el resultado en favor del desarrollo nacional.
I. El potencial estructural de México: una base sólida para el desarrollo
Los indicadores macroeconómicos y geopolíticos sitúan a México en una encrucijada de oportunidades. Su ubicación geográfica es un activo estratégico en la reconfiguración de las cadenas de suministro globales, un fenómeno conocido como nearshoring o friendshoring.
Además, su patrimonio cultural y su creciente industria de innovación contribuyen a un “poder blando” significativo.
La literatura del desarrollo sugiere que estos factores, si bien necesarios, no son suficientes por sí solos. La capacidad de un Estado para generar bienestar público, estabilidad y un entorno propicio para la inversión depende de la solidez de sus instituciones y de la eficiencia con la que estas ejecutan sus funciones.
Es en este ámbito -el de la aplicación práctica- donde se libra la batalla decisiva para el progreso nacional.
II. Un marco analítico para la eficacia en la ejecución: Superando brechas sistémicas
Desde la perspectiva del análisis de políticas públicas, la brecha entre el diseño y los resultados puede entenderse a través de la superación de desafíos sistémicos.
La evidencia empírica señala que la eficacia mejora sustancialmente cuando se atienden los siguientes factores:
-Coherencia en el Diseño: Las políticas deben derivarse de diagnósticos robustos y basados en evidencia, asegurando que el diseño sea viable en el contexto institucional y territorial.
-Coordinación Intergubernamental e Interinstitucional: La superación de los “silos” tradicionales mediante mecanismos formales de colaboración es fundamental para la coherencia de la acción estatal.
-Capacidad Técnica y Profesionalización del Servicio Público: Invertir en el capital humano del Estado es una condición previa para la gestión efectiva.
-Sistemas de Monitoreo y Evaluación: La generación de datos confiables y la evaluación independiente permiten el aprendizaje continuo y la rendición de cuentas.
-Transparencia y Rendición de Cuentas: La integridad en el manejo de los recursos públicos es un pilar de la legitimidad y la eficiencia.
-Continuidad en las Políticas de Estado: La estabilidad de las estrategias de largo plazo, más allá de los ciclos políticos, es crucial para abordar desafíos estructurales.
-Participación Ciudadana Informada: La incorporación de mecanismos genuinos de retroalimentación social mejora la pertinencia y aceptación de las políticas.
-Abordar estas dimensiones de manera integral no es una cuestión meramente técnica, sino una ruta hacia el fortalecimiento institucional.
III. Hacia una agenda constructiva: Oportunidades y rutas de acción
El panorama actual ofrece una ventana de oportunidad para priorizar la capacidad de ejecución. Un enfoque constructivo sugiere varias líneas de acción promisorias:
-Fortalecer los Sistemas de Información: Desarrollar plataformas integradas de datos que permitan un diagnóstico más preciso y un monitoreo en tiempo real.
-Incentivar la Colaboración Interinstitucional: Establecer mecanismos de gobernanza multinivel que alineen objetivos y recursos entre los distintos órdenes de gobierno.
-Promover una Cultura de Evaluación y Aprendizaje: Institucionalizar la evaluación de impacto como una práctica rutinaria para la mejora continua de los programas públicos.
-Aprovechar la Tecnología para la Transparencia: Utilizar herramientas digitales para hacer más accesible y comprensible la información sobre el gasto y los resultados públicos.
Caso de estudio: El nearshoring como prueba de eficacia
La captura de los beneficios del nearshoring funciona como un caso ilustrativo. Su éxito no depende únicamente de factores de mercado, sino de la capacidad de llevar a cabo acciones coordinadas en áreas concretas: una política energética que garantice infraestructura confiable, una política educativa que genere capital humano especializado y una política regulatoria que agilice la inversión.
La coordinación efectiva en estas áreas puede multiplicar el impacto positivo de esta tendencia global.
Conclusión: La capacidad de ejecución como base de un futuro promisorio
México posee los cimientos para un capítulo de desarrollo inclusivo y sostenible. La tarea prioritaria es fortalecer el puente que conecta el diseño de las políticas con sus resultados tangibles en la vida de las personas.
Al concentrar esfuerzos en mejorar la capacidad de ejecución del Estado —a través de la coordinación, la evidencia, la transparencia y la profesionalización—, México no solo estará resolviendo desafíos domésticos, sino también consolidando su estatura internacional.
La perspectiva es alentadora. Un enfoque sistemático y basado en el conocimiento sobre cómo llevar las políticas a la práctica puede convertir los importantes activos de México en los pilares de una prosperidad más ampliamente compartida.
El futuro del país se verá significativamente beneficiado al colocar la eficacia en la acción pública en el centro de la agenda nacional.