Columna Olor A Dinero
Feliciano J. Espriella
Agua para unos, sequía para otros: las presas que dividen a Sonora
Viernes 26 de septiembre
En medio de una sequía cada vez más severa, Sonora apuesta por construir presas para salvar a Hermosillo. Pero sin lluvias y con una red ineficiente, ¿no será esta una solución hueca?
En 1995, Ismail Serageldin, académico egipcio y ex vicepresidente del Banco Mundial para Desarrollo Ambiental y Socialmente Sostenible, declaró: “Las guerras del próximo siglo serán por el agua”. La frase ha sido repetida por numerosos líderes y analistas, incluido el Papa Francisco, según algunas fuentes.
En relación con el agua, el panorama hídrico para México, y en particular para Sonora, es alarmante debido a la escasez, la sobreexplotación de los recursos, la sequía y los desafíos en infraestructura y gestión. Sonora es uno de los estados más afectados, ya que forma parte de una región estructuralmente árida y actualmente padece una intensa sequía.
En cuanto a la capital sonorense, el panorama hídrico es extremadamente complejo y se encuentra en estado de alerta constante por la conjunción de factores geográficos (clima árido) y problemas de gestión e infraestructura.
Para atender este problema, el gobierno del estado contempla proyectos de alto impacto a mediano y largo plazo, como la construcción de tres nuevas presas en la cuenca del Río Sonora (Puerta del Sol, Sinoquipe y Las Chivas), con una inversión federal significativa. Este proyecto, sin embargo, no ha sido del todo comprendido y ha generado severas críticas, así como fuertes protestas y oposición por parte de los habitantes de las regiones donde se planea su construcción.
Sobre dicho proyecto, el senador Heriberto Aguilar compartió su visión en la más reciente reunión de la mesa de análisis “Kiosco Mayor”, que integramos columnistas locales. Explicó que estas presas actuarán como vasos reguladores para captar el exceso de agua durante eventos extraordinarios de lluvia, sin afectar el cauce ecológico del Río Sonora, lo cual —según dijo— está alineado con una reforma constitucional sobre el derecho al agua potable. Según el senador, con esas obras se resolverá de manera definitiva el problema hídrico de Hermosillo.
La justificación técnica detrás del sistema de presas se centra en mejorar la eficiencia hídrica de la cuenca del Río Sonora, mitigar el desperdicio actual de agua y garantizar el suministro a la capital, especialmente durante los años de sequía. Actualmente, la eficiencia del sistema de presas en el área para agua potable se estima entre 15% y 20%. Con las nuevas presas bien ubicadas, se podría alcanzar hasta un 75% de aprovechamiento, lo que subraya la relevancia del proyecto.
La nueva infraestructura, en particular Puerta del Sol y Sinoquipe, servirá como vasos de regulación que permitirán captar el agua de eventos extraordinarios y evitar que se pierda. Por ejemplo, la presa El Molinito ha tenido que ser desfogada en 15 ocasiones, acumulando 737 millones de metros cúbicos de agua no aprovechada. Las nuevas presas buscan precisamente mitigar esta pérdida y mejorar el aprovechamiento de las aguas superficiales.
Críticas a la Prioridad de Inversión y la Eficiencia de la Red
El punto más recurrente de la crítica se centra en la lógica de invertir en nuevas fuentes de agua cuando el sistema de distribución de Hermosillo opera con una alta ineficiencia:
1. El problema del “barril agujerado”: Existe una duda legítima sobre si primero se debería atender el problema del 50% de agua no contabilizada o desperdiciada en la red urbana, antes de inyectar más agua al sistema. La metáfora es clara: no tiene sentido echar más agua a un “barril agujerado”; hay que “tapar las fugas” primero.
2. Costos y alternativas domésticas: Se cuestiona la pertinencia de invertir 7,000 millones de pesos en nuevas presas cuando, de resolverse la ineficiencia de la red (elevando su eficiencia del 50% al 80%), se tendría inmediatamente un 30% más de agua disponible sin necesidad de grandes obras.
Además, comunidades y expertos han expresado preocupaciones sobre el impacto del proyecto en el equilibrio de la cuenca y sus habitantes:
1. Exclusión y priorización de Hermosillo: Existe la percepción de que el proyecto prioriza a la capital del estado, excluyendo a las comunidades rurales que también dependen del Río Sonora.
2. Riesgo de migración: La falta de agua en la cuenca podría acelerar la migración rural-urbana. Se cuestiona si Hermosillo tiene la capacidad de recibir a más habitantes en un corto plazo si esta migración se intensifica.
Finalizo el tema con una opinión personal: el proyecto no me convence, sobre todo por la sequía persistente que asuela al estado desde hace décadas, con una clara tendencia al agravamiento. Las presas están diseñadas para almacenar agua de lluvia, pero en Sonora las lluvias son cada vez más escasas. ¿Presas sin agua? Difícil entusiasmarse con eso.
Me despido con un comercial: sintonicen a las 6:10 AM, “La Caliente” 90.7 FM., el colega y amigo José Ángel Partida me abre un espacio en su noticiero en el que comentaremos con más detalle esta columna. ¡No se lo pierdan!
Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia, y hasta la próxima.