La infraestructura marina de telecomunicaciones, sobre todo los cables, soportan el 99% del tráfico mundial de Internet y más de 10 billones de dólares en transacciones financieras viajan por esos cables cada día.
Tomado de El Economista
Nicolás Lucas-Bartolo
Lunes 18 de agosto de 2025
La Comisión Federal de Comunicaciones de los Estados Unidos (FCC) actualizó su política regulatoria para aumentar el despliegue de infraestructura marina de telecomunicaciones desde y hacia las costas de ese país, y para un reforzamiento de la seguridad de los estadounidenses.
El regulador de telecomunicaciones de Estados Unidos reconoció que el buen estado de los cables submarinos significa un asunto de seguridad nacional y entonces eliminó trámites, acortó procesos y dispuso de incentivos para aumentar los despliegues de esa infraestructura que puede hacer más que un solo satélite y a menor costo, pero cuyo poder no se ve y no llama la atención porque siempre está oculto bajo el agua.
La infraestructura marina de telecomunicaciones, sobre todo los cables, soportan el 99% del tráfico mundial de Internet y más de 10 billones de dólares en transacciones financieras viajan por esos cables cada día, ha reconocido la FCC.
Por todo ello, la FCC ordenó la adopción de medidas que protejan los cables submarinos de posibles acciones malintencionadas de gobiernos extranjeros.
El regulador legalizó la figura de “presunción” para denegar licencias a empresas que pudieran estar ligadas directamente a gobiernos extranjeros y se ha ordenado limitar los contratos de arrendamientos de capacidad a ese tipo de compañías, así como vetar el uso de equipo “encubierto” y además, la FCC estableció unos lineamientos relacionados con la ciberseguridad y seguridad física de los cables que deberán atenderse con rigor, al tiempo que prometió una agilización de procedimientos para entrega de licencias de despliegue a empresas afines a los Estados Unidos.
“Estos son los verdaderos héroes invisibles de las comunicaciones globales y la FCC debe facilitar y no frustrar el desarrollo de las industrias de cables submarinos”, dijo el presidente de la FCC, Brendan Carr. “Las nuevas normas agilizan el proceso de concesión de licencias para cables submarinos, ofrecen seguridad a los inversores y aceleran los plazos de construcción de los cables”.
Con ello, Estados Unidos avanza abiertamente con fuerza a competir con China por el poder bajo los mares, cuyas empresas, como Huawei Marine Networks y ZTT, de manera astuta se ha adentrado en el negocio de la infraestructura marina de telecomunicaciones, con al menos tres de ellas en el top ten mundial en menos de una década.
Estados Unidos, quizá, intenta no permitir que China pueda acceder a su recurso más valioso que es la información que viaja por las redes telecom y de paso abrir nuevas oportunidades de negocio para sus empresas tecnológicas que se arriesguen a construir nuevos cables submarinos por el océano, porque el mercado aún se encuentra en expansión.
El mercado de sistemas de infraestructura submarina movilizará 19,950 millones de dólares en el ejercicio de 2025 y 33,750 millones de dólares en el año 2030, con una tasa de crecimiento compuesto del 11.1% entre esos años, divulgó la firma Markets&Makerts.
Estados Unidos conoce el valor económico de ese mercado, pero le interesa más seguridad nacional, pues debido a la naturaleza de los tendidos de los cables submarinos y para que las comunicaciones viajen con una calidad idónea, los cables necesitan de repetidores que mantengan la señal de manera adecuada cada 60 kilómetros y eso significa que una empresa debe hacer el trabajo, pero con la sospecha del gobierno estadounidense de que terceros gobiernos puedan acceder a información sensible desde allí, después de todo, por los cables submarinos también viaja información clasificada.
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Ejemplo de ello fueron dos incidentes ocurridos a infraestructura de cables submarinos en el mar Báltico, pues un cable de 1,170 kilómetros que iba de Finlandia a Alemania se fracturó meses atrás; y luego uno más de 218 kilómetros de Lituania a territorio sueco quedó inutilizable en algunos tramos. Otro fallo en un cable submarino en el oriente africano provocó que el 70% del tráfico de Internet entre Europa y Asia se viera con intermitencias.
En todos los casos se sospechó de sabotajes de acciones de Rusia o China, más de que fallos técnicos, si bien las empresas del sector coinciden que al año se registran hasta 200 incidentes relacionados con la infraestructura de cables submarinos.
Por ello, ahora “la FCC actúa para acelerar la construcción y la seguridad de los cables submarinos. Para abordar la realidad de que adversarios extranjeros como China representan mayores amenazas que nunca para la infraestructura de cables submarinos, las nuevas normas hacen hincapié en la protección de la infraestructura de cables submarinos frente a las amenazas de adversarios extranjeros”, dijo el regulador estadounidense.
“Las nuevas normas garantizarán que Estados Unidos se mantenga preparado y capacitado para desplegar infraestructura de cable submarino con una capacidad cada vez mayor para satisfacer las demandas actuales y futuras de Internet, de modo que Estados Unidos se mantenga como líder mundial indiscutible en tecnologías críticas y emergentes y consolide su dominio en IA”.