Cada ciudadano gasta más de los 400 litros per cápita que le corresponde diariamente, estudio de la organización Hermosillo ¿Cómo Vamos?
Tomado de Dossier Político
Santiago García C.
Miércoles 25 de junio de 2025
Hermosillo, Sonora.- La organización Hermosillo ¿Cómo Vamos? presentó el documento “Diagnóstico Ciudadano del Servicio de Agua Potable en la Ciudad de Hermosillo 2021–2024”, elaborado por Nicolás Pineda Pablos, coordinador de la Mesa Temática de Agua de Hermosillo.
Tiene como objetivo, contribuir al debate público con datos claros, promover una participación ciudadana informada y valorar alternativas viables para una mejor gestión del agua en la capital de Sonora.
El informe destaca avances en la cobertura de macromedición en pozos y tomas de presa, así como la implementación de telemetría en pozos, tanques y estaciones de rebombeo, lo que ha permitido mejorar la eficiencia operativa en algunas zonas de la ciudad.
“Sin embargo, la micromedición, que permite conocer el consumo real de los usuarios finales, permanece sin avances significativos, ya que apenas la mitad de las tomas activas cuenta con un medidor funcional. Este rezago impide aplicar tarifas justas, detectar fugas domiciliarias y fomentar el ahorro”.
Se advierte que la dotación de agua en Hermosillo, que es más de 400 litros por persona por día, supera los estándares recomendados, lo que evidencia un uso ineficiente y, en muchos casos, pérdidas significativas por fugas, consumos no contabilizados o falta de medición.
A esto se suma una eficiencia física del 43.6%, lo que implica que más de la mitad del agua producida no se factura.
“Esto representa un doble impacto: se pierde el recurso hídrico y también recursos financieros, lo que pone en riesgo la sostenibilidad del servicio”.
La eficiencia comercial, es decir, el cobro efectivo del servicio facturado, alcanzó en 2024 un 90.4% en el área urbana, un resultado positivo en comparación con otras ciudades del país.
No obstante, el análisis territorial muestra que aún persisten zonas con alta morosidad, lo que obliga a implementar estrategias diferenciadas para usuarios con y sin capacidad de pago.
“En 2024, el 37% del agua facturada se pagó puntualmente, un 41% con rezago, y preocupa que un 22% no se haya pagado. Este último grupo, que abarca zonas urbanas y rurales, representa un desafío para el organismo. Según su director comercial, la mitad son personas de bajos ingresos que requieren apoyo, y la otra mitad usuarios con capacidad de pago que evaden deliberadamente, incluso mediante tomas clandestinas”, señaló Pineda Pablos.
Asimismo, de acuerdo al estudio, el organismo operador ha venido funcionando con un déficit creciente, que en 2024 alcanzó los 426 millones de pesos. Aunque los ingresos propios han aumentado, los gastos, particularmente por consumo de energía eléctrica.
“En esta tendencia, el modelo depende de subsidios y no permite una planeación a largo plazo”.
Finalmente, el informe pone el foco en un modelo de gestión inestable, con rotación frecuente de directivos e influencia de los ciclos políticos en el organismo, lo que impide consolidar mejoras técnicas o institucionales.
“Sin continuidad, profesionalización ni autonomía, no hay sostenibilidad posible”, concluye el autor del estudio.