Columna Olor A Dinero
Feliciano J. Espriella
La gran ola turística del siglo… y Sonora sin tabla
Lunes 23 de junio de 2025
Mientras Estados Unidos enfrenta una caída histórica en la llegada de turistas internacionales, el mundo redibuja sus rutas de viaje. México tiene ante sí una oportunidad única para posicionarse como potencia turística global. Pero mientras algunos estados afinan sus estrategias, Sonora —como casi siempre— ni se entera.
El turismo internacional hacia Estados Unidos atraviesa por su peor momento en décadas. No es una hipótesis ni una advertencia: es un hecho que se mide en vuelos vacíos, hoteles a medio llenar y parques temáticos con menos bullicio del habitual. Las cifras hablan por sí solas: según la Asociación de Viajes de Estados Unidos, en mayo de 2025 las llegadas internacionales cayeron 18% respecto al año anterior. Europa Occidental ha reducido en 22% su flujo de turistas hacia territorio estadounidense; América Latina, en un 25%; y Canadá, que tradicionalmente sostiene un constante intercambio turístico, ha visto una caída del 20% en vuelos y un alarmante 35% en cruces terrestres.
Este desplome no es un accidente. A la inseguridad percibida, el endurecimiento de las políticas migratorias y el ambiente social polarizado se suman factores económicos como la inflación y el encarecimiento del transporte aéreo. Todo eso está generando un fenómeno global: Estados Unidos ha dejado de ser el sueño turístico para millones de viajeros. Las redes sociales amplifican el escenario: se viralizan videos de aviones que cruzan continentes casi vacíos. La chilena Sofía Vargas relató en TikTok su viaje de Santiago a Miami en un Boeing 787 con menos de 20 personas a bordo. Historias similares se repiten en vuelos desde Londres, Sao Paulo y Ciudad de México.
El impacto económico ya se siente en destinos icónicos: Manhattan reporta una ocupación hotelera de apenas 65%, un nivel que no se veía desde los peores meses de la pandemia. Times Square está más vacío, los restaurantes operan con 30% menos de ingresos y Broadway ofrece boletos con descuentos de último minuto. En Florida, los parques de diversiones sufren una disminución del 15% en visitantes internacionales. Negocios pequeños, desde puestos de comida hasta tiendas de souvenirs, luchan por sobrevivir. Hasta los viajes de negocios se han desviado a destinos como Toronto, Singapur o Dubái. Y las universidades estadounidenses reportan una caída en solicitudes de estudiantes extranjeros.
Este contexto, aunque desastroso para Estados Unidos, representa una ventana de oportunidad para México. Si el vecino del norte deja vacíos sus escenarios turísticos, alguien más los puede llenar. México, con su diversidad natural, riqueza cultural, precios competitivos y cercanía geográfica con grandes mercados emisores, podría posicionarse como una alternativa atractiva para el turismo global.
Tenemos ciudades patrimonio de la humanidad, playas de clase mundial, zonas arqueológicas que asombran, una oferta gastronómica reconocida y conectividad creciente con Europa, Sudamérica y Canadá. Los grandes proyectos de infraestructura como el Tren Maya y el Corredor Interoceánico podrían consolidar rutas atractivas para viajeros internacionales. A ello se suma la estabilidad cambiaria, la reactivación del turismo chino y la posibilidad de que muchas aerolíneas redirijan sus rutas hacia destinos mexicanos.
Pero para convertir esta coyuntura en verdadero crecimiento, se requiere estrategia, visión y promoción eficaz. Las oportunidades no se aprovechan solas.
Y aunque varios estados mexicanos están ya tomando posiciones, lamentablemente Sonora no está entre ellos.
Y aquí viene la parte más dolorosa de este análisis: Sonora no tiene condiciones para atraer turismo internacional. No hay infraestructura adecuada, ni conectividad suficiente, ni una sola estrategia profesional de promoción internacional en marcha. No contamos con funcionarios preparados ni con una narrativa que seduzca a los viajeros.
La indolencia de gobiernos pasados ha dejado al estado rezagado, pero este gobierno actual ha sido especialmente ineficaz. Mucho discurso, mucho “jarabe de pico”, pero cero resultados. Y para colmo, el secretario de Turismo se ha dedicado más a pasearse con cargo al erario por ferias y eventos internacionales que a lograr que un solo turista europeo o asiático elija Sonora como destino. Es hora de que se dejen de simulaciones: mientras el mundo cambia, en Sonora seguimos parados.
Y peor: mirando hacia otro lado.
Por hoy fue todo, gracias por su tolerancia y hasta la próxima.
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