Columna Mensajes
Gilberto Armenta Reyes
La mística de Andrés Manuel ¿fallida?
Lunes 2 de junio de 2025
Los resultados electorales del pasado 01 de junio tienen varias lecturas.
Para el Poder Judicial, a nivel nacional, se votó para elegir 2,681 cargos en total.
En Durango votaron por 39 alcaldías y en Veracruz por 212, todas con sus respectivas planillas.
Ahora, vayamos por partes, para entender lo mejor posible lo que acaba de suceder:
Primero, el INE menciona que el porcentaje de participación en la elección del Poder Judicial rondó el 13 por ciento.
¿Un fracaso esta elección? No, finalmente, la voluntad del hacedor de esto, Andrés Manuel López Obrador, se impuso. “Haiga sido como haiga sido”, el ex presidente consiguió su propósito y derrotó a Norma Lucía Piña Hernández, su principal opositora como defensora de la autonomía del Poder Judicial.
¿Qué es lo que sigue? Esperar a que, a partir de septiembre, la justicia sea pronta, expedita y realmente gratuita, amén de que se acabe la corrupción de jueces, magistrados y ministros.
Si las cosas siguen igual en cuanto a justicia en México, si los excesos se mantienen, si las cárceles siguen llenas de inocentes y si no se cumple la expectativa, la reacción del ‘pueblo bueno y sabio’ podría -y debería- ir en contra del actual gobierno, en sus tres niveles de influencia. La forma en la que el Poder Judicial se comporte ahora, podría afectarle a Morena, al PT y al PVEM, principales promotores de la reforma electoral.
Ahora vayamos a la otra elección, a la de Durango y a la de Veracruz.
En Durango gobierna Esteban Villegas Villarreal, del PRI, desde el 2022 y hasta el 2028.
La coalición PRI-PAN-PRD tenían el control de 20 municipios, entre estos Durango capital. En esta pasada elección ganaron 21 presidencias municipales, incluyendo la capital. Es decir, aumentaron una en esta pasada elección.
Movimiento Ciudadano, mandaba en uno, y ganaron tres el pasado 01 de junio, subieron dos más.
Mientras que Morena-PVEM-PT gobernó 18 municipios, y en la misma elección pasada ganaron 15; claro está, perdieron tres posiciones.
De momento, Movimiento Ciudadano crece. PRI-PAN mantienen hegemonía y MORENA-PVEM-PT, enfrascados ya en una lucha postelectoral, podrían recuperar terreno.
Vayamos ahora a Veracruz.
Ahí, la gubernatura es de Morena, con Rocío Nahle García, quien estará en ese cargo hasta el 2030.
Del 2022 al 2025, MORENA, junto al PVEM y al PT, gobernó en 138 municipios (incluyendo 50 del PRI, PRD, MC, PES, y otros partidos que se le incorporaron una vez concluida la elección). El 01 de junio pasado ganaron 112 municipios. Digamos que pierden 26 alcaldías.
Por otro lado, el PRI-PAN-PRD administraban 55, y en esta elección compitieron por separado, el PAN gana 34 alcaldías y el PRI 23; técnicamente, como PRIAN, ganan 57, dos más que la que ya tenían.
El partido MC tenía 18 presidencias, y convirtiéndose en el gran ganador en Veracruz, conquistó 41; es decir, ¡aumentó 23 más a su alforja!
Un ayuntamiento fue controlado por un partido local, y este 2025 gana un independiente.
Falta por computar Tuxtilla, que se mantiene bajo el asedio de las manifestaciones.
Así, se repartieron las 212 alcaldías de Veracruz, con un PRI a la baja y un PAN fortalecido, con un MORENA-PT-PVEM que pierde posiciones, y con un triunfante y bien ponderado MC.
PUNTO MEDIO
Morena está en una difícil situación.
En Durango y en Veracruz parece que arrasó por los porcentajes y números de votos a favor; pero, en comparación con los resultados de la elección del 2022, pierde posiciones en ambos estados, y con esto, pierde representatividad.
Este es el punto más alto de su ebullición como partido, porque alguien falló en la estrategia electoral, alguien no hizo bien su trabajo.
Mire, lea con atención. La del Poder Judicial, si se quiere calificar como una elección fallida, hay que atribuirle el detalle a AMLO, que fue quien estructuró la reforma primero, y la elección después. La que sí será una responsabilidad de la presidenta Claudia Sheinbaum, es que el Poder Judicial, próximo a rendir protesta, haga bien o mal las cosas en la impartición de justicia. Como dije arriba, todos esperamos ahora nada menos que una justicia pronta y expedita, sin fallas y sin corrupción. Para eso fue la elección.
Pero, ¿cómo entender lo de Durango y Veracruz? ¿Cómo analizar ese resultado?
Ni en Durango ni en Veracruz, Morena y sus aliados desplazaron al PRI ni al PAN, quienes mantuvieron sobradamente sus registros como partidos políticos. Esa era la consigna número 1, hacerlos desaparecer, y no se consiguió.
Tampoco consiguieron, en las mismas dos entidades, elevar a Morena a grado de partido hegemónico, superior a todos; antes bien, dividieron poderes, con los de oposición, y con los aliados.
Por último, en los mismos estados, en mención el partido MC se fortaleció a tal grado, que ya presume ser segunda fuerza política.
Y además, dejó que el PT mostrara que es un partido fuerte, y que, aun yendo separado de Morena, es capaz de ganar elecciones.
Morena tiene mucho trabajo por hacer, debe reconocer que no solo tienen fortalezas, sino que ya muestran debilidades.
No se trata solo de ganar a costa de lo que sea, y acercar a este místico partido a personas impresentables de otros partidos, sino de volver a sus orígenes. No se trata tampoco, de mantener narrativas políticas ya alejadas de la realidad, menos de ganar elecciones en las redes sociales. Se trata de recomposición interna. Se trata de entender que quien gobierna es Claudia Sheinbaum, y de que quien manda en Morena es ella, nadie más.
Los resultados ahí están, son duros y contundentes, se toman o se dejan.
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