Forbes Staff
Noviembre 28, 2023
El gobierno ha mantenido un discurso de austeridad fiscal, pero su aplicación es más bien selectiva, muestra el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha mantenido un discurso de austeridad fiscal, pero su aplicación no ha sido generalizada, toda vez que ramos como Defensa Nacional, Bienestar, Trabajo y Previsión Social y Energía están entre los que han recibido en conjunto 190% más recursos en términos reales, afirma el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
En contraste, entidades como el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), Comisión Reguladora de Energía (CRE), y secretarías como la de Salud y Economía observan recortes en sus presupuestos de 44.1%.
Esos recortes ponen en riesgo la entrega de bienes y servicios públicos de calidad y disminuyen la capacidad de las instituciones para brindarlos, según la organización civil.
“La próxima administración federal posiblemente enfrente problemas tanto fiscales como institucionales”, consideró en el análisis “Austeridad, debilidad institucional y presupuesto: Comparativo 2018 vs 2024”.
Al hacer un comparativo entre la Cuenta de la Hacienda Pública Federal 2018 y el Presupuesto de Egresos de la Federación 2024, el CIEP expuso que el gasto total creció 20.5% real, mientras que los ingresos presupuestarios en ese mismo periodo aumentaron 14.4%, según las leyes de ingresos de ambos años.
Agregó que la deuda pública en su medida más amplia habrá pasado de 43.6% del PIB en 2018 a 48.8% en 2024, de acuerdo con datos de los Criterios Generales de Política Económica.
Autónomos
El aumento en el gasto de los órganos autónomos fue de 4.1%, pero sólo el INE y el INEGI reportaron alzas presupuestales por 1.9% y 35.3%. El resto de los autónomos registró recortes y destacó el de 42.1% al IFT, el de 33.8% a la CNDH y el de 21.4% al INAI.
Ramos administrativos
El aumento del gasto fue de 38.4% y se concentró en ocho dependencias. Destacó el aumento de 2,097.2% para Energía; 370.6% para Trabajo y Previsión Social; 302.9% para Bienestar (antes Desarrollo Social) y 139.1% para Defensa, aunque en este caso gran parte del aumento corresponde al presupuesto para el Tren Maya.
Además, para Marina el alza fue de 50.7%, para Medio Ambiente de 20.2% y para las entidades no sectorizadas el aumento fue de 1,119.4%.
En contraste, entre los ramos que en términos relativos observaron mayores recortes están Gobernación, con 90.5%; Turismo, con 84.9%; Presidencia, con 81.3%, y CRE y CNH, con 81.4 y 80.9%, respectivamente.
Otras reducciones relevantes se observaron en Economía, con 71.2%; Hacienda, con 54.7%; Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, con 55.1%; Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, con 54.9%, y Salud, con 41.4%.
Entidades de control directo
El IMSS y el ISSSTE tuvieron incrementos por 47.2% y 22.6%, en cada caso, mientras que para Pemex y CFE hubo reducciones por 4.6% y 17.5%, respectivamente.
El CIEP sostuvo que el comparativo permite apreciar que las políticas de austeridad no fueron de aplicación general, ya que hay ramos administrativos beneficiados (Defensa, Marina, Bienestar y Energía, entre otros) pero la mayor parte de los ramos administrativos observa recortes.
“La siguiente administración federal, tendrá que enfrentar no sólo el problema de la falta de recursos públicos para atender las responsabilidades de gasto heredadas, también observará debilidad institucional y pérdida de capacidades ocasionadas, en parte, por las políticas de austeridad selectiva del gasto de la administración saliente”, apuntó.
Por ello, afirmó el CIEP, el planteamiento de una reforma hacendaria será impostergable.
Añadió que el fortalecimiento financiero e institucional de las dependencias, así como la recuperación de sus funciones con un enfoque de derechos humanos, siguen siendo tareas pendientes.