Inicia el Cónclave para la elección de Papa

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Columna Olor A Dinero

Feliciano J. Espriella

Inicia el Cónclave para la elección de Papa

Miércoles 7 de mayo de 2025

El Cónclave para la elección del nuevo Papa se iniciará hoy, miércoles 7 de mayo de 2025, en el Vaticano. La ceremonia de apertura dentro de la Capilla Sixtina está prevista para las 16:30 horas, tiempo local de Roma, lo que equivale a las 7:30 de la mañana, hora de Sonora.

Sin embargo, antes del ingreso formal al Cónclave, se celebrará una misa “Pro eligendo Pontifice” (por la elección del Romano Pontífice) en la Basílica de San Pedro, a las 10:00 horas de Roma (1:00 a.m. en Sonora). Esta misa, a diferencia del cónclave, es pública y abierta a los fieles.

Después de la misa, los cardenales electores se trasladarán en solemne procesión a la Capilla Sixtina para dar inicio formal al Cónclave, mediante la ceremonia de juramento.

La elección del nuevo Papa es un evento que, más allá de su enorme simbolismo religioso, tiene un peso político y geopolítico de gran calado. Lejos de ser un acto puramente espiritual guiado por el Espíritu Santo —como dicta la tradición—, el proceso está atravesado por tensiones internas, pugnas ideológicas y prioridades diplomáticas dentro del Vaticano.

Se habla de candidatos que representan distintas corrientes: reformistas y conservadoras, liberales y tradicionalistas. Y en medio de todo ello, destaca la enorme influencia del patrimonio económico del Vaticano y su papel como actor diplomático con relaciones en más de 180 países y millones de fieles bajo su influencia.

La división más comentada en esta ocasión es entre dos grandes bloques: por un lado, los sectores conservadores, tradicionalistas y nostálgicos de la iglesia preconciliar; por el otro, las corrientes progresistas que buscan continuar con el legado del Papa Francisco. Varios medios internacionales han llegado incluso a calificar esta confrontación como una lucha entre una “izquierda” y una “derecha” dentro de la Iglesia.

Algunas fuentes subrayan que los sectores conservadores tendrían una influencia limitada, ya que más del 80% de los 133 cardenales con derecho a voto fueron nombrados por el propio Francisco. En teoría, eso inclinaría la balanza hacia su línea reformista y pastoral. Sin embargo, no se descarta la influencia de grupos de presión que buscan imponer un liderazgo más alineado con sus posturas ideológicas y doctrinales.

Teólogos y analistas sugieren que la división real es entre quienes apoyan la visión del Papa Francisco —una Iglesia en salida, sinodal, cercana a los pobres, plural y más abierta— y quienes lo consideran un hereje por criticar el clericalismo y modificar costumbres arraigadas. Francisco abordó con decisión temas como la reparación a víctimas de abusos sexuales, el medio ambiente, las migraciones, el celibato sacerdotal y los derechos de las minorías sexuales. El nuevo Papa heredará ese legado, y su postura frente a estos temas marcará el rumbo de la Iglesia.

El debate sobre los papables refleja, en el fondo, una lucha por el alma de la Iglesia. Se contraponen visiones que promueven apertura, reformas y una moral pastoral más empática, frente a posturas que insisten en preservar la tradición doctrinal, el orden jerárquico y una disciplina más rígida. La elección dependerá del diagnóstico que los cardenales hagan del momento actual del mundo y del papel que debe jugar la Iglesia en él.

La duración del cónclave no está fijada. Los cardenales votan hasta cuatro veces por día, y el proceso continúa hasta que uno de los candidatos alcance la mayoría de dos tercios —en este caso, 89 votos—. Algunas fuentes anticipan que este cónclave podría ser más prolongado que los anteriores, aunque también podría resolverse antes del fin de semana.

Los dos últimos cónclaves —el que eligió a Benedicto XVI en 2005 y el de Francisco en 2013— duraron apenas dos días cada uno.

A pesar de los avances tecnológicos, el Vaticano mantiene intacta la tradición de anunciar el resultado a través de la famosa fumata. Una chimenea instalada en lo alto de la Capilla Sixtina emite humo negro si no hay decisión, o humo blanco cuando se ha elegido nuevo Papa. Ese momento es seguido por millones de personas en todo el mundo.

Durante el cónclave se desactiva por completo la red de telefonía móvil y las transmisiones de telecomunicaciones dentro del Vaticano. Los cardenales deben entregar sus teléfonos antes de ingresar, en un esfuerzo por preservar el secreto y la solemnidad del proceso.

El ritual es claro:

Humo negro: no hay Papa.

Humo blanco: Habemus Papam.

Eso es lo que el mundo entero espera ver hoy.

Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.

Twitter: @fjespriella

Correo: felicianoespriella@gmail.com

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