El Consejo Nacional del partido está atravesado por una maniobra política de la mandataria para reafirmar su liderazgo y señalar, entre otros, a Monreal, Adán Augusto y Luisa María Alcalde
Tomado de El País
Graciela López Herrera/ Elia Castillo Jiménez
Sábado 3 de mayo de 2025
Morena se prepara para su inminente Consejo Nacional, un encuentro atravesado por la carta con la que la presidenta Claudia Sheinbaum busca corregir el rumbo del partido y retomar el control antes de que se le vaya de las manos. No se conoce la forma de la carta, que se hará pública durante el encuentro, pero sí el fondo, y también quiénes son sus principales destinatarios: el senador Adán Augusto López, el diputado Ricardo Monreal y la propia dirigente morenista, Luisa María Alcalde. Los tres están señalados de tirar cada cual por su lado, priorizando sus propias agendas. Los capítulos más sonados de las desavenencias internas han sido el aplazamiento de la reforma para impedir el nepotismo como planteó la mandataria en su propuesta original, cambios que en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador serían impensables. O el intento de afiliación de Miguel Ángel Yunes Márquez, el polémico expanista, así como los choques protagonizados por los propios Adán Augusto López en el Senado y Ricardo Monreal en la Cámara de Diputados.
El movimiento de la presidenta busca además de reafirmar su liderazgo, meter al redil a la nueva clase política oficialista y reafirmar los principios fundacionales del partido: “no mentir, no robar y no traicionar”. El jalón de orejas, según fuentes cercanas a la presidenta, tiene dedicatoria a la cúpula del partido, a aquellos que fomentan el sectarismo y la creación de tribus, algo que ha encendido las alertas.
Se trata del primer Consejo Nacional después de septiembre, cuando se eligió a Luisa María Alcalde y Andrés Manuel López Beltrán — hijo del fundador del partido—, como presidenta y secretario de Organización Electoral, respectivamente. El acuerdo por el que se establece la prohibición del nepotismo electoral a partir de las elecciones intermedias de 2017, los lineamientos para el comportamiento ético que deben cumplir “las personas representantes, servidoras públicas, protagonistas del cambio verdadero y militantes de Morena” y la lectura de la carta enviada por Sheinbaum, son algunos de los puntos más álgidos del encuentro que se realizará la mañana de este domingo a puerta cerrada en el World Trade Center de Ciudad de México.
El contenido de la misiva enviada por la presidenta a Morena se ha guardado sigilosamente hasta su lectura el encuentro. Sin embargo, tiene de fondo una preocupación profunda. “La idea es guardar orden. Es la necesidad de detener la degradación acelerada de la clase política [morenista] y la obligación que tenemos de ponernos límites institucionales: la no reelección; el nepotismo y el fuero, es una primera trilogía”, refiere Alfonso Ramírez Cuéllar, vicecoordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados y muy cercano a la presidencial.
Las reformas a los estatutos que votará la cúpula morenista han sido orilladas por Sheinbaum para apagar los ánimos de algunos nombres propios que tienen la mira puesta en 2027. Entre ellos, el senador Félix Salgado Macedonio, que aunque ha sostenido que no buscará la gubernatura de Guerrero para suceder a su hija Evelyn Salgado, buscará saltar los candados que imponga el partido para cumplir su objetivo, según las mismas fuentes. Las enmiendas a los documentos de dirección del partido han tocado también a la dinastía Monreal. Con ello, el senador Saúl Monreal estaría impedido para suceder a su hermano, David Monreal, en la gubernatura de Zacatecas.
La implementación de reglas para quienes aspiren a las candidaturas del próximo proceso electoral y a todos en general, también marcará el encuentro morenista. El decálogo no carece de dedicatoria y protagonista. La senadora Andrea Chávez, cercana a Adán Augusto, aspirante a la gubernatura de Chihuahua, está en el centro de la diana por sus presuntos actos anticipados de campaña que orillaron la intervención de Sheinbaum. La presidenta tuvo que frenar la promoción anticipada de su imagen, que realizaba bajo el pretexto de campañas de salud para los chihuahuenses.
Los principios fundacionales del partido guinda se perfilan para tener una participación protagónica en el Consejo Nacional que preside el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo. Se hará mucho hincapié en el respeto a la línea discursiva y moral fomentada por su fundador, López Obrador. “Austeridad y honestidad, parafernalia del poder, no”, dijo la mandataria hace menos de un mes, en uno de sus más marcados llamados de atención públicos desde la conferencia matutina. Es el mismo tono que tendrán los lineamientos que les recuerden a los militantes, a la dirigencia de Alcalde y López Beltrán, a los gobernadores, a los liderazgos del Congreso y a la tropa. Las características que, a consideración de Sheinbaum, se han ido perdiendo a medida que el partido crecía a pasos agigantados.